El año era 1981; el carismático Sylvester Stallone se encontraba en la cúspide de su éxito, luego de convertirse en una presencia persistente en el ámbito cinematográfico con filmes como Rocky o Paradise Alley. La ambición artistica de Stallone, alentada por su exponencial éxito, lo llevaron a escribir y dirigir Rocky III, película que narraba la vida del "Semental Italiano" Rocky Balboa una vez conquistado su título mundial de boxeo.
Alejandose del rítmo dramático de las dos primeras entregas, y buscando un filme mas focalizado en la acción, Stallone decidió contar con una banda sonora musicalmente poderosa, capaz de estar a la altura de la temática que el actor y director quería darle a su nueva película. En consecuencia, Stallone contactó con los británicos de Queen, quienes por entonces estaban teniendo un gigantesco éxito con el lanzamiento de su primer trabajo compilatorio Greatest Hits 1; viendo la repercusión que la canción Another One Bites the Dust había tenido en el último año, y considerando que tenía el ritmo intenso que hacía falta en su película, Stallone solicitó a los británicos el permiso correspondiente para utilizar la canción en su película. Sin embargo, y pese a las jugosas prerrogativas que esto hubiese representado para la banda liderada por Freddie Mercury, Queen declinó, y Stallone tuvo que buscar nuevos horizontes musicales para Rocky III.
Reparando en el sonido de una nueva banda proveniente de Chicago que estaba emergiendo en el mundo del Rock, Stallone consideró que ellos podían proveerle la canción necesaria. Es así que el director contrato a Survivor (banda nacida en 1978 y liderada por Frankie Sullivan y Jim Peterik) para que le otorgaran la canción para Rocky III; Stallone proveyó una información básica sobre el guión a la banda, e impresionados por la expresión "ojo del tigre" (empleada numerosas veces durante la película), Survivor decidió componer un tema llamado, justamente, Eye of the Tiger.
Luego del lanzamiento de la película en mayo de 1982, Eye of the Tiger se convirtió no solo en un éxito, sino en una canción que dejó una impresión imborrable en la cultura popular. El tema fue todo un impacto en el recién nacido MTV, fue además nominado al Óscar a mejor canción, y logró también el primer puesto en buena parte de los rankings musicales de occidente (Estados Unidos y Gran Bretaña, por ejemplo), haciendo despegar la carrera de Survivor de forma meteórica, dándoles combustible para seguir teniendo una carrera exitosa por el resto de los años 80s.
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