No es misterio para nadie ya que la música electrónica logró su despegue comercial en los años 70s. En las décadas previas, algunos sistemas analógicos habían permitido la generación de sonido sintetizado, pero el empleo masivo de instrumentos como el theremín era todavía una rara avis, y especificamente una que hizo fruncir el entrecejo a mas de un fundamentalista musical por aquellos años.
Los años 70s, con todas sus novedades tecnológicas a cuestas, era el escenario propicio para que los sonidos electrónicos comenzaran a explorarse, con la premisa de que se convirtiesen en una forma de música masiva, y fue Alemania Occidental una pionera en este campo. La base sobre la cual edificar ya estaba dada, y se trataba nada menos que del krautrock, una forma de Rock experimental con sonidos "cósmicos" producidos por la alteración electrónica de sonidos acústicos. Los berlineses de Tangerine Dream habían indagado por años en el género del krautrock logrando un mesurado pero sólido público que rendía culto a esta curiosa forma de música popular, y era cuestión de tiempo para que la naciente música electrónica bebiese de esa inspiración "cósmica" para hacerla un elemento identitario propio.
En esa Alemania Federal de principios de los años 70s es que nace una banda que marcará un antes y un después en la masificación del género electrónico. Dos jóvenes músicos pertenecientes al ámbito del krautrock, Ralf Hütter y Florian Schneider, deciden comenzar a explorar con un sintetizador adquirido por Schneider, en busca de un sonido que se presentase como novedoso. Ambos jóvenes reclutan a una serie cambiante de músicos de sesión para asistirlos en su nuevo proyecto, el cual es bautizado como Kraftwerk (en alemán, central eléctrica, nombre por demás apropiado para las ambiciones musicales del grupo), y es bajo esta agrupación que presentan sus primeros trabajos, titulados solamente Kraftwerk y Kraftwerk 2; ninguno de estos tempranos álbumes eran representativos de lo que luego sería la electrónica pura de la banda, sino que tanto Schneider como Hütter se decantaron por un estilo netamente krautrock, con instrumentos tradicionales modificados levemente con sistemas electrónicos.
El siguiente trabajo del grupo, Ralf und Florian de 1973, encontraría a Kraftwerk formado como dúo. El álbum significó una apuesta mas arrojada por parte de ambos músicos por la música electrónica, realizando esta vez un trabajo experimental que comenzaba a asemejarse a lo que años mas tarde sería el género. Este álbum permitió a su vez la introducción de un instrumento que acompañaría a Kraftwerk por el resto de su carrera, el vocoder, un aparato capaz de sintetizar electrónicamente la voz humana.
La banda había sufrido una metamorfosis, pero pese a ello aún no habían alcanzado un reconocimiento pleno, manteniendo aún un perfil bajo. Por fortuna, ello logró revertirse en 1974, cuando llegó el primer éxito comercial de Kraftwerk, el álbum Autobahn (en alemán, autopista), disco conceptual inspirado en la construcción de la autopista Colonia-Bonn, donde Kraftwerk daría rienda suelta a su sonido experimental cuasi hipnótico.
El ascenso de Kraftwerk a las grandes ligas de la industria musical se había producido, alcanzando enormes índices de ventas a ambos lados del Atlántico. Sin embargo, lejos de aplacar la ambición de la banda, esta nueva fama ayudó a incrementar el afán creador de los germanos; en 1975 lanzan al mercado su quinto álbum, Radioactivity, donde se decantan por un sonido melancólico y oscuro, tomando como eje temático el peligro que implica la energía nuclear (tan temático fue el disco, que durante su grabación se emplearon medidores Geiger como instrumentos). Pese a representar la búsqueda de un sonido mas intimista y serio, Radioactivity sufrió de la incomprensión de una crítica habituada a música armónica y melódicamente coherentes, cuestiones que este trabajo, de corte netamente experimental, había dejado de lado.
El sonido de Kraftwerk seguía ganando en complejidad, pero esto le hacía perder cierta visibilidad comercial. El siguiente disco de la banda, Trans-Europe Express de 1977, fue descrito años después por el periodista Steve Huey como un álbum que "...ofrece la mejor mezcla de minimalismo, ritmos mecanizados y melodías pegadizas en el catálogo de la banda." En cualquier caso, pese a la aclamación crítica global que el disco tuvo, su respuesta comercial fue solo levemente mejor que la de Radioactivity, por lo que Schneider y Hütter comenzaron a buscar fórmulas para hacer de Kraftwerk una banda competitiva comercialmente, sin que por ello se perdiese calidad. La respuesta a esas plegarias vinieron en 1978, con el lanzamiento del que es quizá su álbum mas popular: The Man Machine. Compuesto de canciones breves, este nuevo lanzamiento le permitió a Kraftwerk colocar una de sus canciones mas icónicas, The Model, en el puesto 39 del prestigioso ranking Billboard de 1978.
Luego de un hiato de varios años, quizá queriendo tomarse un descanso después del éxito que significó The Man Machine, los germanos volvieron al ruedo para lanzar su primer álbum de los años 80s: Computer World de 1981, disco cuyo formato emulaba al de The Man Machine al componerse de canciones relativamente cortas, algunas de ellas cantadas. El relativo éxito de Computer World abrió una ventana para que Kraftwerk resucitara, 3 años después de su lanzamiento original, la canción The Model, relanzandola en vinilo durante la promoción del nuevo álbum. Es en esta etapa donde Kraftwerk, que hasta entonces había realizado concurridas presentaciones en vivo, convierten a las apariciones públicas de la banda en un verdadero show tecnológico: además del uso difundido de lásers, pantallas de video e instrumentos electrónicos, la banda comenzaría a emplear a sus icónicos maniquíes, réplicas de los miembros reales del grupo, que eran colocados en el escenario durante la ejecución de la canción The Robots de The Man Machine. Pese a los vaivenes y las mermas sufridas por Kraftwerk, la banda parecía haber comenzado los años 80s con un nuevo ímpetu renovador, poniendo a la icónica agrupación germana nuevamente en el radar musical.
Continuará en la parte 2 !
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